La desaparición de una persona es una herida abierta y un dolor que no cesa: Obispo de Irapuato

0
45

IRAPUATO, GTO.- La desaparición de una persona no solo marca un expediente o un número más en la estadística, es una herida abierta, una ausencia que paraliza y un dolor que no cesa, así lo expresó el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, luego de que el lunes pasado, un buscador del colectivo “Hasta Encontrarte” fue llevado a la fuerza por sujetos armados que asesinaron a su hijo en la colonia La Perdida.

En su conferencia de prensa dominical, compartió el testimonio de una niña de apenas 12 años, cuyo padre fue recientemente desaparecido.

“Esta semana platiqué con una niña de 12, 13 años que con dolor me decía, mi papá es un hombre bueno, y ya no lo encontramos, está desaparecido, es muy doloroso”, relató el obispo.

Tras la desaparición del buscador, y de otros que han atravesado por este tipo de hechos, Monseñor Enrique Díaz advirtió sobre el creciente riesgo que enfrentan las personas buscadoras.

“Cada día se ponen más en peligro, porque en su afán de encontrar a sus seres queridos parecen descubrir zonas donde se vive en peligro, y donde hay cosas que algunos no quieren que se sepan”, lamentó.

El obispo hizo un llamado a las autoridades para brindar mayor protección a quienes buscan a sus familiares, y pidió a la sociedad no voltear la mirada ante esta tragedia cotidiana.

“Sabemos que una persona desaparecida deja una huella y un hueco enorme en la familia que no lo encuentra, nos han llamado a todas las personas a seguir con atención, con cuidado, y a apoyar lo que podamos para mejorar este clima de violencia”, dijo.

Finalmente, Enrique Díaz pidió unir esfuerzos entre sociedad, autoridades e Iglesia para construir un ambiente más humano y más seguro.