IRAPUATO, GTO.- En el marco del regreso a las clases, el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz consideró que ante la catástrofe educativa global, la educación no tiene que ser tomada como un botín o instrumento ideológico de poder.
Añadió que es necesario tener un pacto educativo que permita retomar los principios de la educación, sin que los intereses propios, defectos y torpezas nublen el horizonte.
El prelado comentó que el mal solo se soluciona con el bien, pero no apagándolo con el fuego.
Díaz Díaz aseveró que en cada encuentro educativo se tiene que avivar la fe, la caridad y la perseverancia con el esfuerzo cotidiano.
El Obispo añadió que todos estamos llamados a cooperar para aliviar la situación de dolor de los más pequeños.
“Que nada nos distraiga de la tarea esencia de la educación, que transmitir a las nuevas generaciones el aliento de vida y su cuidado y promoción, son el fin último de cada pacto educativo, estamos llamados a comprometernos con ellos, en situaciones de mayor necesidad”.
“Ningún proyecto político, económico, ideológico y social debe ver la educación como un botín o instrumentó de poder, la educación exige claridad de intensión, de operación y de fin, educar es un acto de amor y generosidad”, añadió.
El Obispo de Irapuato pidió que se atienda a los niños y jóvenes del país, sin que haya distracciones en pleitos y otras situaciones que en nada abonan a la educación.