IRAPUATO, GTO.- Tras el accidente ferroviario que dejó seis personas muertas en Irapuato y cuyo maquinista fue liberado, el obispo, Enrique Díaz Díaz, lanzó un llamado urgente para que el caso no quede impune, se refuercen las medidas de seguridad en los cruces del tren y se abra un debate serio sobre la permanencia de las vías en la mancha urbana.
En su conferencia de prensa dominical, comentó que el tema no puede quedar en el olvido ante la gran tragedia que significó que seis personas hayan perdido la vida en este doble percance.
“Hay que seguir investigando, investigando con toda seriedad y no dejar las cosas en el olvido, acompañamos a estas familias, nuestra cercanía, nuestra oración por ellos, el viernes se tenía la misa en la Sagrada Familia por algunos de ellos, y así queremos seguirlos acompañando con nuestra oración, con nuestra cercanía”, expresó el prelado.
El líder religioso lamentó que la tragedia se produjera en un punto donde las víctimas no advirtieron que aún pasaba otra parte del convoy, y aseguró que la señalización y la protección en varios pasos son insuficientes en la ciudad.
“Lo que sí se requiere es, sobre todo en algunos lugares, una señalización más clara, unos planos mejor hechos, una protección más segura, porque si revisamos ese accidente, y eso era muy difícil que los que fueron atropellados pudieran saber que venía todavía otra parte del tren”.
“Entonces sí se necesita más señalización, se necesita más plumas, se necesita mayor protección en varios de los pasos que se hace con el tren”, indicó.
Díaz Díaz reconoció que el paso del tren también provoca embotellamientos y retrasos en la ciudad, pero insistió en que la prioridad debe ser proteger la vida.
Sobre la discusión de reubicar las vías fuera de la zona urbana, el obispo consideró que es un tema que requiere análisis profundo y voluntad política, pero advirtió que no es una solución sencilla ni inmediata.
“Híjole, sacar el tren de las ciudades es una pregunta, un cuestionamiento que en muchos lados se hace, a veces se ven pros y contras, tendrían muchas cosas a favor, también muchas cosas en contra, un costo muy grande”, reflexionó.
Para Enrique Díaz Díaz, lo fundamental es que la tragedia sirva como punto de partida para revisar las condiciones de seguridad en todos los cruces ferroviarios de la ciudad y del estado, y que el acompañamiento a las familias se mantenga junto con la exigencia de justicia.