IRAPUATO, Gto.- Una joven profesionista llevó a su perro llamado Jagger, un buldog de 1 año y medio de nacido a la Campaña de Esterilización del Centro de Salud Torres Landa en Irapuato, sin embargo se lo mataron.
Un error en la aplicación de la anestesia y la falta de conocimiento para atender a este tipo de raza, tuvieron un triste resultado.
La mujer a quien llamaremos “Vero”, se entero de la Campaña de Esterilización en el Centro de Salud Torres Landa. De ahí, la canalizaron a la Calle Molino de Mayorca 109 en Privada Molino del Fraccionamiento Rincón de Los Arcos.
Hasta ahí llegó acompañada de Jagger y de otra perrita a las 8 de la mañana y se formó junto con otras personas a esperar su turno con el fin de que sus mascotas fueran atendidas.
En la fila, observó como dos mujeres se bajaron de una unidad con logotipos de la Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato para ingresar a la vivienda adecuada con un tablón para hacer las esterilizaciones en la cochera y con un patio donde literalmente depositan a los animales luego de la intervención.
“Todo pasó en 10 minutos, desde que le pusieron la anestesia hasta que me lo dieron muerto, llegué ahí desde las 8 de la mañana, haces fila y cuando te toca ahí te esperas”.
Relata que cuando las dos mujeres concluyeron el procedimiento quirúrgico, lo recogió pero Jagger, su bulldog y compañero, estaba moribundo. Rápidamente salió corriendo con él en brazos para llevarlo a otro veterinario sin embargo cuando llegó, ya había perdido la vida.
Lo que más molestó a “Vero” fue que al regresar por su otra mascota, las personas encargadas de hacer la esterilización ni las voltearon a ver. No recibió una explicación, no le pidieron disculpas, no le dieron absolutamente nada.
El veterinario que atendió a Jagger dijo que “los perros de esa raza se entuban cuando se anestesian, necesitan un procedimiento diferente al resto de los otros perros y yo no lo sabía, ellas debieron decírmelo”.
“Vero” lamenta haber llevado a su compañero de vida a este lugar que relata “no está adecuado, es una cochera”. En este lugar, de acuerdo a las fotografías, están colocados los cuidados a seguir con los animales esterilizados, en una cartulina sin logos de la Secretaría de Salud, escribo con plumón negro y letra pequeña.
Además, se percibe cómo en una orilla del patio, están los animales recién esterilizados tirados uno tras otro.
Vero compartió con Guanajuato Informa su experiencia no con la intenciòn de que le paguen a su perro, sino para que los usuarios sepan lo que le pasó y pregunten antes de permitir que atiendan a sus mascotas.
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