CIUDAD DE MÉXICO.- La diversidad tuvo este sábado su día de fiesta y reivindicación en la Ciudad de México. La XXXVIII Marcha del orgullo LGBTTTI arrancó a las 12:30 del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo, encabezada por familias lesbo y homoparentales, porque el lema de este año es “¡Todas las familias, todos los derechos ya!”.
“Este día es histórico, porque le tenemos que decir a la sociedad que somos iguales, que no les tenemos que pedir permiso para ser quienes somos, que exigimos nuestros derechos”, dijeron antes de partir miembros del Comité IncluyeT, que organiza la movilización.
Felipe Nájera, de la Organización de familias diversas, dio un mensaje a nombre de las familias que encabezan la marcha. “A partir de ahora debemos estar unidos para hacer que la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto pase y haya matrimonios igualitarios en toda la República Mexicana”, dijo.
Otras que tomaron la palabra fueron las representantes de la Red de madres lesbianas de México. Consideraron que en México y el mundo “nos encontramos en un momento aterrador” en el que líderes de iglesias y organizaciones promueven discursos de odio y discriminación en contra de las familias diversas. “Exigimos que paren las campañas de odio que están orquestando en contra de nuestras familias”.
En el arranque de la marcha estuvieron, entre otros, el secretario de Desarrollo Social de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Alexandra Haas, y Jaqueline L´Hoist, titular del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México.
Esta última dijo que la comunidad LGBTTTI ha logrado “terminar con la idea de que la familia es la familia heterosexual. La familia es diversa, en la familia cabemos todas y todos”.
Los organizadores calcularon que unas 800 mil personas se unieron a esta marcha, en la que estuvieron por todos lados los colores del arcoiris de la bandera de la movimiento por la diversidad: en banderas pequeñas que llevaban cientos de mujeres, hombres, niños y ancianos que caminaban por Paseo de la Reforma; en la bandera 40 metros de largo que llevaron decenas de personas hacia el Zócalo, en las caras de los todos ellos, en los globos, bufandas, guirnaldas, sombrillas, mascadas, vestidos y pulseras.
La masacre de Orlando también es recordada por los participantes. El asesinato de 50 personas en un club gay de la ciudad ubicada en la península de Florida duele a muchos de ellos y así lo hacen saber en sus pancartas.
En el enorme contingente marcharon también representantes de las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido, Holanda, Francia y Dinamarca, de acuerdo con los organizadores.
“La diversidad es la mayor expresión de libertad”, dice la pancarta de un joven que viste falda y lleva una playera en la que se lee “Gran loca”. “No más odio”, dice la de otro.
“Queremos una sociedad incluyente y respetuosa, que acepte que aquí estamos y que no nos vamos a ir a ninguna parte”, es la exigencia de las madres y padres que encabezan la movilización.