KABUL, AFGANISTÁN.- Un atentado suicida en Kabul, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un centro cultural de la minoría musulmana chií causó al menos 41 muertos y 84 heridos, culminando un sangriento 2017 en la capital afgana.
El insurgente detonó los explosivos que portaba durante un seminario en un centro cultural capitalino, que alberga también una escuela coránica, una mezquita y las oficinas de la agencia de noticias afgana Sada-e- Afghan (La Voz Afgana, en dari).
Nasrat Rahimi, portavoz del Ministerio afgano de Salud Pública, detalló en rueda de prensa que el atentado dejó como saldo 41 muertos, entre ellos dos niños y 84 heridos, en su mayoría con graves quemaduras y de los cuales cinco están “en estado crítico”.
Estado Islámico cuenta con entre 1,000 y 5,000 combatientes en Afganistán.
EI considera a los musulmanes chiitas apóstatas y quiere convertir el conflicto en Afganistán en una guerra sectaria entre sunitas y chiitas.
En octubre al menos 39 personas murieron en un ataque contra una mezquita chiita.
El portavoz del presidente afgano, Ashraf Ghani, calificó el ataque de “imperdonable” crimen contra la humanidad.