IRAPUATO, GTO.- El Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, se unió al dolor de las familias que perdieron un ser querido en la tragedia que ocurrió en el estado de Hidalgo, tras la explosión del ducto de Pemex en Tlahuelilpan, derivado de una toma clandestina.
El prelado envió un mensaje de paz, así como sus condolencias a las familias y a los sacerdotes de esa entidad federativa.
Díaz Díaz comentó que los sacerdotes de aquella localidad han estado al pendiente de la situación y trabajando coordinadamente con las autoridades.
“Ha sido muy difícil en los hospitales y la atención a los familiares, es una tragedia, una chispa que detona, cualquier chispa puede detonar todas estas cosas, provoca conmoción en el país, nos unimos a las plegarias, los acompañamos un su dolor”, dijo.
El Obispo de la Diócesis de Irapuato, sus sacerdotes, religiosos y laicos, mantienen acercamiento con el obispo de Tula para apoyar en lo que sea necesario.