IRAPUATO, GTO.- Frente a los desafíos educativos por el ciclo escolar 2021-2022, el obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz pidió la organización de la comunidad en general para garantizar un regreso presencial seguro a las escuelas y afirmó que las mejores medicinas son el diálogo sereno y la generosidad, frente a la ignorancia, la indiferencia y el descuido.
El religioso expresó que podemos ser capaces de cambiar las reglas sociales por muy complejas que sean, para privilegiar la caridad, la fraternidad y la buena voluntad, las que aseguró, son las mejores vacunas contra actitudes pesimistas.
Al estar las instituciones rebasadas, añadió que es tiempo de hacer emerger la paz social, la generosidad y el servir, ante las necesidades y límites de nuestros semejantes.
“Nadie está obligado a lo imposible por lo que si no es posible tener un regreso presencial seguro, centremos nuestras prioridades a atender y cuidar a los niños, niñas y adolescentes y jóvenes de manera integral, es importante ayudarlos a recuperar los espacios educativos, con métodos y contenidos propios”, dijo
Enrique Díaz declaró que ningún niño tiene que continuar aislado y descuidado en su educación,
Ante ello, el obispo de Irapuato pidió a las autoridades que salgan en busca de todos los alumnos que desertaron, así como velar por maestros y padres de familia para garantizar un verdadero pacto por la educación ante este momento histórico.