IRAPUATO, GTO.- El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, reconoció que, a pesar de los discursos oficiales, la percepción de inseguridad entre la población sigue siendo alta y preocupante.
En su conferencia de prensa dominical, el líder de la Iglesia Católica mencionó que no es fácil sentirnos bien ante los hechos de violencia que persisten.
“Pues aunque nos digan que estamos bien, qué difícil sentirnos bien”, expresó el prelado.
Al mismo tiempo relató que el pasado miércoles, mientras viajaba por carretera, recibió llamadas que le alertaban sobre quema de autobuses en Michoacán, Jalisco y en carreteras de Guanajuato.
Díaz Díaz subrayó que la inseguridad es una realidad que debe ser atendida de manera seria en todos los niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.
“No podemos ni debemos estar nada más echando culpas, sino se necesita una verdadera atención a esta situación tan complicada que estamos viviendo”, afirmó.
De igual forma, Enrique Díaz relató que durante la Semana Santa se registraron hechos violentos cerca de actividades juveniles, lo que provocó que algunos padres decidieran no enviar a sus hijos a las celebraciones religiosas.
Aunque reconoció la disposición de las autoridades locales para brindar seguridad, cuestionó la posibilidad real de proteger cada centro de catecismo, escuela o fuente de trabajo.
“Platicaba yo con algunos de los presidentes municipales, que en estos días de Semana Santa, hubo algún hecho muy cercano a donde estaban nuestras Pascuas juveniles, y pues naturalmente los papás al día siguiente ya no los dejaron ir”.
“Yo le comentaba al presidente, y me decía, no, pues ustedes nomás avísenos dónde van a tener sus reuniones para tener seguridad”, mencionó.
Finalmente, el obispo de Irapuato hizo un llamado a la reflexión y a la construcción de una paz auténtica en la sociedad.