IRAPUATO, Gto.- Un bebé de un año estuvo a punto de morir, asfixiado con su propia lengua, pero un policía de Irapuato le salvó la vida, la tarde de este miércoles.
Dos mujeres, con un bebé en brazos, interceptaron una patrulla de la Policía que circulaba por la avenida San Cayetano de Luna a la altura de la calle Centenario.
La mamá del menor les pidió apoyo a los oficiales toda vez que Julián, de un año, no podía respirar. El policía tomó al bebé y le dio palmadas en la espalda para que arrojara lo que traía atorado en la garganta, pero esto no funcionó.
Al ver la boca del niño, el policía notó que tenía la lengua enrollada hacia el interior, por lo que procedió a introducirle el dedo índice para que el menor pudiera respirar.
Luego de que el bebé pudo jalar aire, se pidió apoyo a una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana para que fuera trasladado a valoración al Hospital General.