CORTAZAR, GTO.- Los trabajadores de los rastros que ahora están en funciones, podrían ser empleados en el nuevo de categoría TIF que se pretende construir en algún terreno en Celaya, según los acuerdos que tomaron cinco alcaldes de la zona Laja-Bajío.
En el caso de Cortazar, el alcalde Hugo Estefanía indicó que en el rastro local, trabajan 30 personas, algunas con 30 años y todos recibieron en su gobierno una plaza que no tenían.
Pero dijo que en caso de que se cierre, buscaría la manera de reubicarlos, a fin de que no pierdan el sustento que les llevan a sus familias, aunque no descartó la posibilidad de incluirlos en algunas de las áreas del nuevo rastro.
El titular de la Sagarpa, Víctor Hugo Pineda dijo que como el nuevo rastro es muy grande, no sería problema darles trabajo a los matanceros, después de que reciban una capacitación y asignarlos a determinadas áreas.
En la primera etapa, se invertirán 109 millones de pesos, sería un rastro de última generación.
Se seleccionó que pudiera ser construido en Celaya por ser centro de los municipios de la zona Laja-Bajío, pero en caso de que se cambiara para otro, se tiene el proyecto de que el gobierno del estado podría apoyar con los traslados.
De esta manera no se afectará a los introductores el traslado de sus animales para el sacrificio y su distribución.
En el caso de Juventino Rosas, en donde la administración hizo una gran inversión para mejorar sus instalaciones, no quedaría fuera del proyecto, porque podrían ser integradas de algún modo.