(Por Gerardo Barroso)
¿Será posible creer que una celebridad televisiva dio ejemplo a los políticos estadounidenses sobre posicionamiento de mensajes y logró marcar la agenda política de un país? ¡Pues Donald Trump lo hizo!
Hace un año bajo el título “estrategia migratoria” anticipé lo que sería una elección divida en los Estados Unidos, pues en ese momento los republicanos valoraban cuál de los dos polos era el camino correcto para darle batalla a quien ya se perfilaba como la rival. Y fue sencillo, Trump les dio un argumento digno de ser explotado: los recuerdos.
(Leer: “Estrategia migratoria” https://gerardobarrosor.wordpress.com/2015/07/22/estrategia-migratoria/)
A Trump podrán decirle “misógino”, “estúpido”, “pendejo” y cualquier palabrería digna de un villano estilo Hollywood, pero supo cómo hacer temblar a los demócratas. No se necesitaba gran ciencia para llegar a la candidatura, el problema es que los políticos ya no ven con facilidad lo cotidiano de la vida.
También podrán decirme que el magnate va a perder la presidencia de Estados Unidos, lo cual es un hecho; pero si me preguntan quién fue el ganador en toda esta campaña, les respondería una y mil veces: Donald Trump.
Su imagen trascendió, dejó de ser el “showman” de los espectáculos y pasó a ser el candidato republicano; abofeteó a cada uno de los aspirantes políticos, entre ellos el mismísimo Jeb Bush. Y fue el único que logró desestabilizar todo un músculo político que, anticipada y alevosamente, ya operaba a favor de la ex jefa de Estado.
Lo que hasta ahora entienden los republicanos es que Donald Trump los utilizó, supo llegar para apoderarse del partido y fue quien colocó la agenda de temas a discutir en todo Estados Unidos. ¿O alguien recuerda algún tema posicionado por Hillary que fuese de interés? Los demócratas tuvieron que pasar toda la campaña discutiendo y descalificando la agenda de su contrincante. ¡Así de fácil!
Si ustedes creen que Donald Trump estará debilitado una vez concluidas las elecciones, muestran poca visión de su estrategia que va más allá de la política. Ese hombre no es tonto, seguro estoy que no nos odia como mexicanos (ni nos quiere…le somos indiferentes, pues) pero nos necesitó para posicionarse. Siento decirles que también nos utilizó y también caímos.
Cada que toco este tema entre amigos, me ven con cara extraña porque quieren que, como ellos, aviente el veneno contra el magnate. Siempre les digo mi frase usual: todo comunica. Lo que Trump simplemente hizo fue crear una campaña digna de hacer temblar a los demócratas, porque si el tema era no dejársela fácil a Hillary, logró el objetivo.
En estas épocas donde la sociedad, de cualquier parte del mundo, muestra hartazgo por sus gobernantes y cuestiona los resultados de éstos, la única estrategia útil es penetrar en ese hartazgo, fomentando el odio y despertando la ilusión de regresar a los orígenes…es decir, hacernos recordar.
Todos anhelamos los recuerdos. Es bonito vivir del pasado, pensar que antes todo era mejor, eso es mucho mejor que tener la mínima posibilidad de afrontar de cara los retos que nos presenta la vida, que lo único que nos dice es: piensa (pero en verdad, siéntate a pensar), responsabilízate y luego actúa, no todo lo contrario.
Trump hizo lo suyo, no hizo nada malo. Penetró en la mente de aquellos estadounidenses que aún recuerdan aquellos años donde la violencia no era un problema social, donde la migración era símbolo de nutrir una cultura como es la norteamericana, con todo y mexicanos, que vivían en ese país que era modelo de vida. Por eso su lema de campaña: “Make America great again” (Hacer grande a América otra vez).
Reconozcamos el problema que genera la frontera de nuestro país, responsabilicémonos como mexicanos del alto índice migrantes ilegales a Estados Unidos, del traslado y venta de droga por la frontera y de la anuencia de pasar las armas que se compran del otro lado del país. Reconozcamos que todo eso ha provocado el cambio de cultura en los pueblos circunvecinos. Porque solamente de la evidencia se colgó Donald Trump para lograr llegar hasta donde hoy está. Si ustedes lo llaman “estúpido”, yo me atrevería a dudarlo.
Con decirles que el slogan “Stronger Together” (Unidos somos fuertes) de Hillary Clinton, candidata demócrata, es contestación al slogan del magnate. ¿Eso lograría un “estúpido”?
Miren, sin duda Trump no tiene el mejor perfil para gobernar una nación pero es un hombre que ha vivido de su destreza empresarial y en esta ocasión supo llevar a bien una campaña, porque él solamente vio esto como un posicionamiento de marca y no como una visión de un futuro gobierno. Lamentable es que la política de Estados Unidos haya caído a ese nivel, pero eso tampoco es culpa de Trump.