“María” a quien llamaremos así porque teme dar su nombre, llegó desde las 3 de la mañana a Comonfort a que le pusieran la vacuna contra el Coronavirus. No sabe con precisión cómo se llama el lugar, sólo sabe que es un hospital comunitario que está por el Libramiento a Dolores Hidalgo.
En la tienda de su colonia ubicada en Celaya, la señora que despacha le comentó ayer por la noche que en Comonfort estaban vacunando a adultos mayores aunque no fueran de ese municipio. Al platicarlo con uno de sus hijos, él fue quien decidió llevarla.
Ya le habían advertido que se fuera temprano y en medio del frío de la madrugada, se fue a Comonfort. Llegó a las 6 de la mañana y ya había formadas unas 300 personas.
Pese a que habían dicho que sería requisito, a “María” los siervos de la Nación, no le pidieron ni INE, no le pidieron nada absolutamente para ponerle la primera dosis del reactivo contra el Coronavirus.
Y es que con pleno conocimiento de causa de que no eran originarios del municipio, las vacunas eran aplicadas. “Hicieron dos filas, una donde nos formamos los foráneos y otra con los de Comonfort. Eso si, le daban prioridad a ellos. Pasaban unos 8 de ellos y 2 de los que éramos foráneos”, dijo vía telefónica María.
En el Noreste del estado llegaron alrededor de 40 mil vacunas para 9 municipios. Pese a los llamados de los alcaldes del Corredor Industrial y del Propio Gobernador para que se aplicaran vacunas en esos municipios, la respuesta del Gobierno Federal fue negativa. Sin embargo, en la práctica están vacunando a quien no les corresponde, dejando en desventaja en el corto plazo a la población más vulnerable.